La semana pasada ví Vicky, cristina, Barcelona. Pero no hablaré de la peli en sí, no la recomendaré o no, ni diré si es buena o no... simplemente me ví en ella.
Rercuerdo cuando llegamos a Barcelona... ella tan "centrada" y yo "a la deriva" como siempre... y sí, ella tenía un objetivo específico ahí, yo a disfrutar de la vida. Y las cosas se dieron así, Dividimos nuestras y ella por un lado con mexicanas y su alrededor, yo bohemia y loca. Ella matada a estudiar yo faltando a una que otra clase, ella se fue antes yo me quedé hasta lo más que pude. No, no conocí a un español súper guapo y sexy que me pidiera vivir con él pero conocí a muchos españolitos guapos que me pidieron ser parte de sus vidas y a quienes hice parte real de hasta lo que ahora vivo (mis queridos perdas). Sí, sí me dejó de hablar y sí quedó enamorada de algo que no encontró en Barcelona y sigue buscandolo (ahí y en españa) y que creo que a mí si me llenó.

Y como a las protas... Barcelona nos enamoró. Sé que ahora no me comprenden y tal vez hasta no entienden porqué el cariño hacia la ciudad y es algo que no puedo comprender yo tampoco, pero ví reflejado en la peli y muchos momentos que no están de lleno pero que yo viví a más, y esa diferencia americana-europea y todo aquello que aprendí a vivir y disfrutar. Pero también dejando a un lado todo eso la peli me dejó una simple frase en la que una histérica penélope le grita a cristina: ERES UNA NIÑATA, INSATISFACCIÓN CRÓNICA, ESO ES LO QUE TIENES...

¿seré que yo también me contagié? y eso es lo peor de la película... que hace una semana la ví y aún no llego a la respuesta.